UN NO SIGNIFICA: NUEVA OPORTUNIDAD…
¿REINVENTARSE O MORIR? LO QUE LA PANDEMIA NOS HA DEJADO
Jesús Emigdio Pineda Couoh para GT consultores
Viernes
13 de marzo de 2020, son las 9 de la noche y la pastelería de Susy ha entregado
el último pastel de la semana, todos los colaboradores limpian, acomodan y
revisan sus pendientes para la siguiente semana, entre ellos comentan acerca
del Coronavirus, de las noticias que han escuchado en los noticieros, de lo que
les han contado y visto en redes sociales y se genera algo de incertidumbre y
miedo por lo que se dice de la enfermedad, se despiden deseándose un buen fin
de semana para verse de nuevo el lunes...
Sin
embargo, el lunes 16 de marzo se detuvo para casi todos en México y muchos más
países y nunca llegó, hoy lo seguimos esperando y han pasado 7 meses que han
significado una pausa para algunos, un adiós para otros y para unos cuantos una
oportunidad de reinvención. La capacidad de reacción ha sido un elemento de
instinto básico para que las empresas hayan logrado o no subsistir ante la
embestida que la pandemia ha significado para todos, porque algo que es
innegable es que, tanto a los pequeños como a los más grandes, esta crisis más
allá de ser epidemiológica ha sido una grave crisis empresarial y económica y
con ella una serie de interrogantes, retos y dilemas para los empresarios de
todos los tamaños.
Ha
sido doloroso ver como muchos negocios fueron bajando la cortina poco a poco,
unas resistiéndose a hacerlo, otras sin opción de ningún tipo, algunos expertos
dicen que han cerrado 100 mil negocios, otros estiman que son más de 300 mil y
afirman que la crisis ha sido mayor que las económicas que nos han afectado en
los últimos años.
Y
justo ante la crisis las empresas se encuentran ante la gran disyuntiva de
reinventarse o morir, son los dos únicos caminos y no hay más. Ejemplos a lo
largo de estos 7 meses hemos visto muchos: la modista que tuvo que cerrar su
negocio porque dejó de hacer los uniformes de la empresa que siempre la
contrataba y del sastre que decidió que hacer cubrebocas podría ser una
oportunidad de mantenerse vigente y que hoy continúa abierto, del restaurante
que bajó la cortina al no tener comensales o aquel otro que migró sus servicios
a Facebook y desarrolló una app para continuar sus servicios a domicilio, caso
hay muy muchos, unos llenos de optimismo al ver que ha sorteado esta crisis
innovando con toda la creatividad y otros no tan alentadores al tener que
cerrar sin considerar opciones. Una gran verdad que cualquier empresario y
emprendedor debe tener siempre presente es que en el medio empresarial “la
carrera es de resistencia y no de velocidad, es de 400 metros con obstáculos y
no de 400 metros planos”, bajo esta premisa es siempre vital actuar en
consecuencia, ya que la frustración es una compañera que se vuelve sombra para
los empresarios y en todo momento se debe combatir, hoy ante esta crisis
tenemos la gran oportunidad de que un NO signifique Nueva Oportunidad, la
oportunidad de reinventarse, de innovar…
Y
es que el término innovar para muchos es un concepto muy lejano, algunos le
temen, otros no lo consideran necesario y una gran proporción considera que
innovar es de empresas grandes, de la multinacionales, esas empresas que tienen
sus sedes en Europa, Asia o Estados Unidos. Esta es una verdad a medias, muy
relativa, ya que no podemos olvidarnos de nuestro característico ingenio, el
ingenio mexicano para resolver muchos predicamentos, el que se hace presente
cuando hay problemas y no se encuentra una salida, para muestra, un botón: hoy
existen el mercado una gran variedad de modelos de cubrebocas, con diseños,
características, materiales, tamaños, formas que se ajustan a diferentes
necesidades, quienes los producen y comercializan aprovecharon la oportunidad y
decidieron innovar en un mercado que no era muy atractivo, pasamos de los
clásicos cubrebocas azules a los que incluyen el logo de tu empresa, de tu
equipo de fútbol, la modalidad para niños con personales de caricaturas y mil
opciones más, el límite es la imaginación.
Precisamente
de eso se trata la innovación, de detectar oportunidades y aplicar soluciones
para en algunos casos reinventarnos y en otros casos sobrevivir en tanto las
condiciones permiten la mejora. Pensamos que la innovación tiene que ver
siempre con laboratorios, científicos, máquinas y pruebas varias para crear
prototipos, validarlos, ajustarlos y lanzarlos al mercado, y bueno, tendríamos
que afirmar que sí, para muchas empresas, éstas grandes, las multinacionales
que señalamos líneas arriba, las francesas o las chinas es el proceso con el
que generan innovación y sus nuevos productos, sin embargo, no podemos dejar de
lado a todas las medianas, pequeñas y sobre todo las micro empresas que además
de ser el grueso de las unidades económicas en muchos países también significan
múltiples ejemplos de innovación: sabores nuevos, empaques, formas de cobro,
puntos de venta, tamaños, colores, usos y más.
Las
mipymes constantemente innovan y se adaptan a las condiciones del mercado, si
tenemos alguna duda basta con darnos una vuelta al mercado de la ciudad o a su
centro histórico o zócalo para ver a los comerciantes ofreciendo una gran
variedad de productos que en algunos casos en el primer momento nos generan una
carcajada por ser inverosímiles, pero luego nos asombran al ver su utilidad,
seguramente recuerdas alguno que te haya sorprendido en algún momento de tu
vida: ¿una torta de chilaquiles? ¿cochinita enlatada? ¿el dispensador de gel
antibacterial con pedal? ¿el organizador de fiestas en la plataforma zoom?
Estos y más ejemplos podemos enlistar, pero ¿cómo llegamos a este punto? ¿qué
tiene que ver con la innovación?
En
primer lugar, definamos qué es la innovación, veamos algunas definiciones:
“Innovar es utilizar
el conocimiento, y generarlo si es necesario, para crear productos,
servicios o procesos, que son nuevos para la empresa, o mejorar los ya
existentes, consiguiendo con ello tener éxito en el mercado” (Manual de Oslo
1997)
“Creación o modificación
de un producto, y su introducción en un mercado” (Real Academia Española)
“Cambio que se
introduce en algo y que supone una novedad.” ( Oxford English and Spanish
Dictionary)
Encontramos dentro de estas tres definiciones
términos como nuevos, mejoras o modificaciones, podemos afirmar entonces que la
innovación siempre implicará la creación de algo que no existe o la adecuación
o mejora de algo que ya existe, “algo” que tiene una implicación de cambio, un
nuevo uso, una nueva forma, un nuevo color, la innovación o la mejora a veces
puede o no ser percibida (aunque lo ideal es que siempre se pueda ver) y desde
luego, la posibilidad de reinventarse. Los empresarios, particularmente en
nuestro país, podemos casi afirmar que son expertos en innovación, siempre muy
atentos a su entorno, haciendo benchmarketing con un estilo muy particular y
con un gran sentido común que los lleva a generar mejora continua en sus
productos y servicios, innovando constantemente. Veamos estos tres elementos
que son clave para que particularmente las Mipymes puedan innovar en sus
empresas:
1.
La Observación. El empresario
generalmente tiene una gran sensibilidad y habilidad para observar, para ver lo
que pasa a su alrededor, cómo se comportan sus clientes, su competencia, cómo
usan sus productos, en qué horarios venden más, qué productos tienen mayor
salida, etc. Siempre están muy atentos y los cambios que generan vienen como
consecuencia de todo lo que observan y lo van agregando a las experiencias de
compra que desean para sus clientes. Siempre hay que estar atentos a nuestro
alrededor, pues es muy probable que en otros productos, en algún anuncio o en
el comportamiento del propio consumidor encontremos respuestas que nos permitan
innovar en el ámbito empresarial. No nos cansemos de ver, de mirar, de observar
todo a nuestro alrededor y seguramente encontraremos muchas posibilidades.
2.
El Conocimiento.
Además de observar es muy importante instruirnos, leer, ver, escuchar las
tendencias del mercado, de nuestro país, región y del mundo, documentarnos y
estar al tanto de lo que pasa afuera, una gran aliado siempre será el
instruirnos, hoy existen muchas alternativas para el aprendizaje y adquisición
de nuevas herramientas, si algo nos ha dejado la pandemia es justamente
diversas opciones de capacitación en línea y es ahí que debemos aprovechar para
ir tomando los elementos que mejor consideremos para la reinvención de nuestro
negocio.
3.
El sentido común.
Algo tan característico de la gran mayoría de los empresarios es justamente el
sentido común, la propia experiencia te va indicando por dónde es el camino y
permite que podamos caminar por un sendero casi seguro. El empresario
regularmente tiene una especie de sexto sentido que lo lleva a tomar las
decisiones de introducir esos cambios que propicien la innovación de sus
productos y servicios, quizá podríamos llamarle corazonadas, pero son más que
eso, pues justamente es la acumulación de sus experiencias y que en la mayoría
de los casos lo que ha permitido que las empresas puedan reinventarse.
Estos
tres elementos han permitido que las empresas, muchas de ellas, puedan
permanecer en el gusto de sus clientes, sobrevivir a crisis y continuar con su
trayectoria, el objetivo siempre será lograr la permanencia de las empresas y
que continúen generando empleos, ganancias y bienestar a sus comunidades.
Indiscutiblemente innovar no es tarea sencilla, pero cuando dependes de tu
negocio, cuando tu familia y las de tus colaboradores dependen de ello, sin
duda es un gran aliciente para incorporar la innovación a sus esquemas y
prácticas de trabajo constantemente.
No
tengamos miedo a adecuarnos, de adaptarnos, de reinventarnos, de crear, estas
son las opciones que tenemos antes de decidir cerrar y dejar de lado el sueño
que tuvimos en un principio. Una gran verdad para los empresarios es que un NO
siempre significará un reto por vencer, una NUEVA OPORTUNIDAD.