¿QUÉ FUE PRIMERO? ¡NECESITO ORDEN!
Carmen Granada para GT Consultores.
Recorremos al pasado y nos preguntamos, ¿Qué fue
primero?, cuando estamos en momentos de reflexión esculcamos poco a poco las
cosas, el pensamiento, las acciones; pero siempre queremos dar orden
cronológico, ¿Por qué?, ¿porque es tan importante ordenar?
Desde la antigua Grecia los filósofos y pensadores
se preguntaron ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?, esta simple pregunta
los llevó a meses de reflexión para encontrar, o al menos indagar, sobre el
origen de la vida y del Universo.
En 2018 los científicos de la Universidad de
Queensland en Australia y del Instituto NÉEL en Francia afirmaron que, bajo la
visión de la física cuántica, tanto el huevo como la gallina son primeros (*). En su
experimento identificaron bits (digito binario) en superposición, lo que
significa que se puede tener valor 0 o 1 al mismo tiempo; para la física
cuántica, si los dos eventos pueden ser ciertos, se tiene lo que se conoce como
orden causal indefinido.
Entonces, ¿Por qué preocuparse tanto por el orden?
El orden
es una disciplina que se nos inculca desde pequeños, en la casa, en la escuela,
en el trabajo, en la sociedad, y éste permite
respeto y genera armonía, sin embargo, al igual que el ejemplo de la física
cuántica, se puede observar el otro lado del evento, el orden también permite la separación y la
discriminación (aunque suene fatalista).
El orden permite control y el control permite
mejora, éste es el objetivo principal; sin embargo todos estos conceptos y
acciones los aplicamos los seres humanos que a su vez, tenemos diferentes
formas de actuar y pensar… de ahí el
caleidoscopio de posibilidades que nos hace únicos, nos hace diferentes para
gestar diversidad de ideas y evolucionar.
Si se tiene un empleo, si es emprendedor, si tiene
uno o varios negocios podrá constatar que la mayor parte del tiempo está
buscando ordenar “orden, orden”. Ordenar
para poder observar el panorama operacional completo y tomar decisiones. El dinero y los recursos deben ser asignados
en forma “óptima” y para poder hacerlo, necesita orden; pero que el orden no sea
algo que le perturbe todo el tiempo, el orden es necesario y debe ser
practicado por todos. Conteste estas dos
preguntas:
·
¿Cómo ha inculcado el orden en el área de
trabajo?
·
Sus acciones y comunicación, ¿son ordenadas?
Preguntas simples que permiten validar que el orden
sea aplicado para la mejora y no solo para la separación y la
discriminación. A continuación pongo dos
ejemplos que bien pudieran ser parte de lo menciono y que se vive en el
trabajo:
1. Qué
pasa cuando nos enojamos porque “los otros” son desordenados y no tienen “a
tiempo las cosas”, piense y contéstese, ¿alguna
vez les ha compartido la importancia del orden?, ¿alguna vez hizo énfasis en
los beneficios de aplicarlo? Si sus respuestas son positivas, busque validar
que todos aplican esa cultura del orden; si sus respuestas son negativas, ponga
“manos a la obra” y dé el ejemplo.
2. Qué
pasa cuando los tiempos de entrega y los canales de distribución se mezclan, fusionándose en un orden causal indefinido,
la extrañeza llega, nos rascamos la cabeza y nos preguntamos, ¿Debió llegar primero
X en lugar de Y? ¿Cómo pudo ser al revés?
En esta situación el orden no tuvo la lógica que acostumbras y sin
embargo, se dio así. Bajo estas circunstancias enjuiciar el orden
de otros, no tiene cabida; debes enfocar al orden que tú puedas aplicar desde
el hecho, lo que ya sucedió “ya es” y debes tomarlo como punto de partida para
encauzar los recursos. Si llego Y antes
de X, ajustar la operación para usar Y de una vez, ajustar mecanismos de
entrega y fechas para ambos productos, uno para adelantar entregas y otro para
avisar la nueva fecha. De esta forma
estará ejemplificando el uso del orden “aún con orden indefinido en factores
externos”.
Aplica orden en tus acciones y comparte con quienes
trabajas y convives, si creamos conciencia en el orden, tal vez sea más fácil
aceptar otras formas de actuar.
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