miércoles, 1 de abril de 2020

Ventaja Cooperativa


Ventaja Cooperativa
Adrián Bojorquez Para GT Consultores

Cooperación internacional: de beneficiarios a socios del ...

El impacto del COVID-19 supera cualquier escenario imaginado en lo personal, en lo económico y en lo financiero. Sus consecuencias a mediano y largo plazo son aún inciertas, pero esto no implica que no podamos empezar a tomar acciones para atenuar su impacto futuro. Crear valor a partir de esta crisis depende mucho mas de nosotros como empresarios que de lo que otros organismos y el gobierno puedan hacer por nosotros.

En plena pandemia por el coronavirus, uno de los problemas más urgentes es la falta de equipamiento y material en los hospitales para asistir a los pacientes que lo necesitan y, al mismo tiempo, que el personal sanitario se proteja del contagio.

En este contexto han surgido distintas iniciativas que intentan ayudar a través de la tecnología, la ciencia y la innovación a fabricar este material tan necesario.En España y otras partes del mundo, muchas personas se están uniendo de forma espontánea e incluso se están organizando a través de redes sociales con hashtags como #CoronaMakers o #CoronavirusMakers.

Sin embargo no es ajeno que en la búsqueda de la innovación siempre está presente el término alcanzar un “ventaja competitiva”, teniendo en cuenta que todo nuestro sistema está basado en la competencia y que el objetivo en muchas ocasiones no es otra cosa que superar al rival en curso o eliminar a cualquier competidor para incrementar nuestras utilidades a pesar que de estas crezcan muy por arriba de lo necesario para obtener una vida de calidad para algunos de los dueños y altos mandos de la empresa y un ingreso insuficiente para el resto de los colaboradores, aclarando que este se logra normalmente a través del incremento en ganancias que en la mayoría de los casos es consecuencia de la explotación laboral y de la reducción de costos que se alimenta del sueldo o salario del trabajador. 

Esta Pandemia mundial pone de manifiesto que este sistema basado en la competencia no está hecho para situaciones como la actual, en la que el capitalismo rampante en su afán de lograr una máxima productividad no brinda valor a la vida de sus usuarios más allá de lo que puedan aportar en términos económicos al mercado.

Contingencias como la que estamos viviendo nos enseñan que el mundo muestra su mejor cara cuando todos cooperan para un mismo fin que sea obtenible por todos y no a través de una competencia en la que solo unos pocos puedan llegar a la meta. Es por esto que debemos navegar hacia una “ventaja cooperativa” que más allá de buscar superar al rival en curso nos permita hacer una aportación a nuestro sector de manera que TODOS, incluso nuestra competencia, sean beneficiados por ella. 

Las innovaciones en el sector salud no son las únicas que pueden aportar algo a nuestro mundo en situaciones como esta; las necesidades del ser humano continúan y lo único que podría cambiar es la forma en cómo se satisfagan. Es ahí donde nuestro sentido de innovación para obtener una “ventaja cooperativa” como empresarios debe surgir. Para esto es importante analizar cuál es esa necesidad básica que nuestra empresa busca satisfacer actualmente y cuáles serán los cambios que debemos adoptar para seguir cumpliendo con nuestro rol en el mercado.

Esto implica dejar de definir nuestras empresas con el nombre de nuestros productos actuales:
  • ·         No es un carrito de hot dogs, sino saciar el hambre del cliente de manera rápida y económica”.
  • ·         No es un salón de fiestas, sino brindar entretenimiento para eventos especiales”.

Una vez definida esta necesidad básica que no desaparecerá con el tiempo, entonces podemos empezar a pensar en qué innovación puedo ofrecerle a mi segmento de mercado o en otros casos a un nuevo mercado.

El proceso que debemos seguir para detectar estas necesidades y poder desarrollar una innovación en estos tiempos de crisis no será igual para todos, pero en GT Consultores proponemos los siguientes pasos como una guía para la búsqueda de nuestra innovación:
  1.   Conocer los tipos de necesidades: Una primera definición puede ser la jerarquía de necesidades de Abraham Maslow quien categoriza las necesidades en fisiológicas, de seguridad, de pertenencia, de estima y de autoactualización. Otra aproximación más simple, puede ser dividir las necesidades en aquellas que son físicas, y aquellas que son sociales.
  2.   Identificar el valor de la necesidad: Basándose en unas condiciones como pueden ser: (Dadas unas condiciones de) ingreso, cultura y psicología de las personas, las empresas deben determinar el valor que las personas estarían dispuestas a pagar por cubrir una necesidad identificada. Por ejemplo: El consumidor gusta comer un delicioso helado, pero no estará dispuesto a gastar todo su ingreso en comer este producto. En este sentido habrá que proyectar que valor se les asignará a estas necesidades en momentos de crisis cuando ciertos deseos reducen su valor o se vuelven descartables para el cliente.
  3.  Identificar el bien o servicio adecuado para cubrir la necesidad:  Una vez jerarquizadas las necesidades y estimado un valor de oportunidad, pasamos (Jerarquizar las necesidades y Dadas unas jerarquías de necesidades y estimado un valor de la oportunidad se pasa) al desarrollo de un producto o servicio capaz de cubrir la necesidad de manera que el consumidor este de acuerdo con el (por el) uso, la calidad y el precio del producto que le es ofrecido considerando los cambios en el estilo de vida a partir de esta crisis.

Caminemos hacia la innovación buscando alcanzar una ventaja cooperativa y para esto hagamos desde estos momentos de incertidumbre y de inseguridad ante una situación de Crisis Mundial las siguientes dos preguntas: ¿En qué negocios debemos estar?  ¿Cómo nos debemos organizar para gestionar estos negocios? ¿Cómo mi negocio genera valor en esta situación?  Y caminemos hacia lo que puede hacer la diferencia hoy, jugar un papel activo en la construcción de nuestra innovación, dejando de mirar al mercado como meros consumidores pasivos de las empresas tradicionales.

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